Usiacurí, un lienzo a cielo abierto que vive la transformación social del color
El proyecto de la Gobernación del Atlántico, que incluye un macromural de aves en el techo de 300 casas, reactiva el turismo en el pueblo de las artesanías de palma de iraca.
Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF
Gigantescos periquitos bronceados, carpinteros, búhos de anteojos, guacharacas, tucanes y monos aulladores de vivos colores son, en el fondo, el medio para llevar un mensaje y crear una nueva realidad: la transformación social de Usiacurí, con mejor convivencia, más empleo, oportunidades de negocios e ingresos familiares para los laboriosos y creativos artesanos de la palma de iraca.
Temprano en la mañana plomiza y calurosa del sábado, los usiacureños se preparaban para atender a los turistas que comenzaban a llegar a la plazoleta de la iglesia Santo Domingo de Guzmán a observar el macromural de aves que abarcará 300 techos, obra a cargo del artista nacional Carlos Arturo Rodríguez, ‘Ospen’, o a ver, en otros sitios, los 18 murales en paredes elaborados por jóvenes locales y la colorida escalera de Toñita, cuyos peldaños narran el diario vivir artesanal, la tradición religiosa, la herencia cultural del poeta Julio Flores y la riqueza biológica de Luriza, reserva natural donde anidan 376 especies de aves.
Lo que está sucediendo en este municipio del centro del Atlántico con el proyecto Usiacurí es más arte y tradición, escogido en una singular y concurrida votación popular por sus pobladores, y puesto en marcha por la Gobernación hace parte de la política turística, sustentable y sostenible, que ha lanzado la mandataria departamental, Elsa Noguera, quien explica:
Las cifras de lo que está haciendo la Gobernación hablan de la magnitud del proyecto y del futuro turístico que Noguera quiere garantizar en esta población: comenzaron a pintar 57.750 metros cuadrados de casas y techos, así como 2.000 metros cuadrados de zonas comunes, en los que están utilizando 8.100 galones de pintura, 400 latas de colores en aerosol y 1.200 kits con bandejas, brochas, rodillos y mezcladores.
En Usiacurí, explica la gobernadora a Emisora Atlántico y Zona Cero.com, donde le piden oportunidades de trabajo para no tener que venir a laborar a Barranquilla, emprendieron el proyecto fusionando tres fortalezas municipales: el legado cultural, el emprendimiento artesanal y su belleza ecológica.
Miguel Vergara, secretario de Desarrollo Económico, destaca que la estrategia de unir cultura, artesanías y naturaleza apunta a generar empleos e ingresos, utilizando la pintura y los colores como medios articuladores atractivos.
Aún sin terminar, ‘Usiacurí es más arte y tradición’ ya está dando resultado en lo económico y en la generación de empleo.
Emocionada, casi hasta las lágrimas, la artesana Marleny Muñoz cuenta que como están llegando más turistas a comprar más centros de mesa, individuales y servilleteros o carteras y sombreros de mujer u otros productos finamente elaborados con la fibra de la palma de iraca, tuvo que aumentar la producción. Eso le ha generado más ingresos y más empleos entre sus familiares y vecinos:
Igual de emocionada, Yaneris Angulo, quien como buena usiacureña aprendió a tejer la iraca desde niña, habla con orgullo de la identidad de las artesanías de su pueblo; explica que los artesanos aprendieron a vender directamente lo que hacen y a atender mejor a los turistas. Destaca que el boom por la llamativa apuesta con las gigantescas pinturas les ha multiplicado las ventas, con ingresos importantes jamás vistos en un solo día.
Así como en la parte artesanal se encuentran historias exitosas, en el proyecto de pintura de las 1.000 casas, pintadas de blanco con marcos y cenefas de colores, y los 300 techos con aves, hay testimonios igual de agradables.
Lo primero que sorprende es saber cómo escogieron el proyecto ‘Usiacurí es más arte y tradición’. No fue nada impuesto ni caprichoso, como hubiera hecho cualquier otro alcalde.
Entre anécdotas, Katherine Pasos Zapata, la mandataria local, recuerda que lo escogieron a través de una concurrida elección popular, en la que no tuvieron que salir a buscar a nadie, con urnas, jurados y escrutadores:
Una vez fue escogido el proyecto a desarrollar, la Gobernación y la Fundación Pintuco, con un grupo especial de trabajo, se mudaron al pueblo y comenzaron a identificar con la misma comunidad qué querían.
El objetivo, dice Estefanía Osorno, coordinadora de la Fundación Pintuco, era hacer partícipe a la población, entendiendo que ésta se convierte en parte fundamental cuando se apropia de este tipo de proyectos.
En el acercamiento con la comunidad, lograron identificar verdaderos valores locales para la pintura. Y esa es otra parte de las historias: es el caso de Edwin Solano y Danilo Jiménez, usiacureños que pintaron en una pared grande el mural Naturaleza vestida de gala y la escalera de Toñita -con los cinco temas identitarios- un homenaje a María Antonia Conrado de Blanco, la nonagenaria artesana a la que rinden un especial tributo por su dedicación a trabajar la palma de iraca, arte que, como afirma ella, aprendió “desde el momento de nacer”.
La historia detrás de uno de los dos artistas es que Danilo Jiménez, a pesar de que nació con el brazo derecho incompleto, es un gran pintor. Con una sonrisa permanente, bromea sobre lo que hacen sus extremidades, se siente orgulloso de su don y confiesa que este proyecto le dio lo que siempre quiso: ser reconocido como alguien que le sirvió a su pueblo.
La transformación social de Usiacurí, como afirma la gobernadora Elsa Noguera, es tal que hasta en la convivencia se están dando cambios llamativos.
Resulta que la escalera de Toñita conduce al barrio Villa Arepa, conocido así porque varias familias ganan su sustento diario haciendo fritos. Allí, entre los pelaos, no faltaban las riñas y discusiones o los malos comportamientos, como arrojar las basuras en cualquier sitio.
Como un efecto mágico, todo cambió una vez pintaron la escalera, con imágenes de artesanías, el Cristo redentor, la casa de Julio Flores y el rostro de Toñita, además de un mural contiguo que lleva por nombre Encuentro, en el que una pareja de tejedores trabaja en casa. Así lo atestigua Enaide Blanco Conrado:
El mural Naturaleza vestida de gala también hizo su magia y motivó, al inicialmente renuente dueño de casa, a limpiar los alrededores. Así desaparecieron las basuras y el monte que afeaban ese sector del barrio La Cruz.
Día a día el trabajo continúa. El 1 de diciembre ‘Usiacurí es más arte y tradición’ debe estar listo para el disfrute de turistas nacionales y extranjeros que quieran conocer el pueblo que pasará del Pesebre del Atlántico al “más grande lienzo multicolor a cielo abierto de Colombia y tal vez del mundo”.